Blancanieves
y los siete gigantes
En
un país muy lejano, vivía una horrible princesa llamada
Blancanieves.
Un
día harta de ser fea, salió de su casa en busca del pozo de los
deseos.
Por
la mitad del camino se encontró con una enorme casa en la que vivían unos
gigantes.
Al
entrar, los gigantes de la casa la vieron y la persiguieron con sus grandísimos pies provocando ruidos estruendosos. Blancanieves con mucho
miedo empezó a correr y tropezó con un gran tapón de botella y
fue lanzada a un profundo agujero que había en una de las habitaciones
de la inmensa casa.
Blancanieves
se quedó algunas horas desmayada.
Al
despertar, se dio cuenta que estaba en el pozo de los deseos.
Entonces se reanimó e intentó pedir su tan esperado deseo, lo de
trasformarse en una hermosa princesa. Al pedirlo, repentinamente,
fue cubierta de una brillante luz que hizo que se transformara en una gran y hermosa princesa.
Los
gigantes fueron a ver que había pasado en el pozo; sorprendidos con
lo que veían, rescataron la princesa de allí y notaron que se
trataba de una persona muy amable y que podían vivir todos juntos
como hermanos en la casa de los siete gigantes, ahora ocho.